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martes, 29 de junio de 2010

Lo único que queda

Y, para gran pesar, cuando los besos se acaba, sólo quedan largos recuerdos. Muchos preciosos, algún que otro triste, pero es a lo que te aferras para poder sobrevivir. ¿De qué sirve luchar? Te preguntas frecuentemente, deseas rendirte, dejar de estirar la mano, quedarte muda para no pedir ayuda. Lo que nunca te planteas, no piensas, es que debes intentar tener algo mejor que lo anterior. Piensa en un juguete aún mayor.
Pues eso, exactamente eso, es mi deseo, mi meta. El camino es largo, estirando la cabeza lo veo, y el no alcanzar a ver el final, me aterra. Pero, ¿qué hacer si no? Me cansé de no ser valiente, de ver como arriesgan y yo quedarme en una esquina lamiéndome las heridas. Porque eso es lo que hacía, autocompadecerme, creer que otros tienen una vida fácil sin ostáculos. "¡Oh! Qué suerte tiene aquella, es guapa y con un novio fantástico, además de sacar buenas notas. Yo todo lo contrario", y no pienso en las horas que se puede pasar en el gimnasio y delante de los libros. Sólo vemos la capa superficial del pastel, por no decir cebolla.

1 comentario:

  1. Ya sé que nunca comento pero... no te encuentro conectada TT^TT... estas bien?

    Aunque el camino sea largo e incierto, en muchos recovecos del camino se haya nuestra felicidad

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