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martes, 1 de septiembre de 2009

Polis y cacos

- Uno, dos, tres -decía en voz baja-. Cuatro, cinco, seis...
Su respiración era acelerada, y su corazón bombeaba la sangre rápidamente. Estaba agachada tras los arbustos, a la espera de poder salir corriendo hacia su salvación. Temblaba, estaba nerviosa. Se había agarrado a un banco, para conseguir calmar su respiración.
- Siete, ocho, nueve...
Giro la cabeza hacia la derecha, detrás de los contenedores se encontraba José, su mejor amigo. Estaba en posición de correr, a la espera de una buena oportunidad de rescatar a sus compañeros atrapados. Todos ellos custodiados por unas fuerzas superiores, pero, tenían que rescatarlos.
- Diez, once, doce...
Volvió a girar la cabeza, reptando cual serpiente se acercaba Melanie a un coche. Su constitución delgada permitiría que se escondiese bajo él y no ser vista. Volvió a mirar hacia delante, su objetivo se estaba acercando.
- Trece, catorce, quince..
Le cogió de la chaqueta, tirando de él hacia sí y dando de ese modo la señal que sus amigos esperaban. José corrió hacia sus compañeros y los liberó, dejando a los captores asombrados. Mientras que Melanie aprobechó la distracción para hacercarse a la bandera que tanto codiciábamos.
- ¡No! -gritó mi rehén, pero ya era demasiado tarde.
Cogió la bandera y la movió feliz, esta vez los cacos ganabamos el juego.