Páginas

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cambiar

Me sorprende ver lo múchisimo que ha pasado el tiempo. Girarme atrás y ver todas las tonterías que hice, las lágrimas que derramé por personas a las que ahora ni si quiera tengo aprecio. Dar la vuelta y observar lo muchísimo que han cambiado mis pensamientos, mi forma de ser. Recuerdo que no quería cambiar, ser igual, que ni el tiempo me manipulase. Ahora, alrededor de tres o cuatro años después, me doy cuanta que son deseos imposibles. El momento, las personas, los bruscos sentimientos te hacen cambiar. Supongo que a algunos será para mal, pero, a mí, no dudo en decir que para bien. Soy más asquerosa, sí, pero sé que es la tolerancia, el respeto, el cariño, la amistad. Soy más fuerte, consigo que muchos de los ataques hacia mi persona se pasen por alto. Son rasgos de madurez que he ido adquiriendo gracia a amigas, a personas que me han apoyado a lo largo de este tiempo, de este duro camino. Sé que éste continúa, pues miro la lejanía y no veo el final, y, aún así, sé lo mucho que cambiaré.

martes, 21 de diciembre de 2010

Se llama Tourette, HIJO DE PUTA

Hay cosas que me ponen de mal humor, todo aquel que me rodea lo sabe, pero... ¿Cómo se puede llegar a la situación de tirar un refresco, palomitas y escupir insultos varios hacia un niño? Es realmente horrible, y más porque no puedo evitar pensar que pueda sucederle a mi hermano. En serio, no sé qué habría pasado de estar yo delante. Supongo que lo más suave que podría haberle dicho es: "¡Tiene síndrome de Tourette hijo de la grandísima puta!" ¿Pero de qué coño va este mundo de mierda? Nunca, repito, nunca se debería llegar a esa situación, ni aunque el niño no padezca el síndrome mencionado. Sé lo estresante que es estar viendo una película en el cine y escuchar ruidos, gritos y comentarios de renacuajos. Reconozco que en más de una ocasión les mandé callar de una manera un tanto brusca, ¿pero eso? No sólo es horrible la situación en sí, también que sea un hombretón de cuarenta y tanto años quien la lleve a cabo. Si fuese otro niño podemos decir: "Bueno, una tontería, qué mala educación". Sin embargo, con alguiende esa edad... Un par de hostia le soltaba yo de llegar estar delante (y mi hermano hubiese estado en el lugar del chaval), porque nadie, absolutamente nadie, tiene que hacer un acto tan asqueroso.
No tengo ni la menor idea de a dónde vamos a parar, y menos con ese tipo de adultos, que además de HIJOS DE LA GRANDÍSIMA PUTA, demuestra una gran intolerancia y falta de respeto.
En fin, qué asco de humanidad, espero no llegar nunca a ser una persona tan asquerosa.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Una buena tarde.

Qué difícil es expresar sentimientos o momentos agradables y divertidos, no sé la razón de ello, pero es tan real que me es apenas imposible. ¿Cómo hacerlo? ¿Cuál será la forma de decir lo bien que me lo paso en su compañía? Sólo fue una tarde la de hoy, quedé con mi mejor amiga para pasar el día juntas, comer, reír, disfrutar de nuestra compañía. Estar a su lado es descubrir cosas, pasar parte del día sonriendo y olvidando problemas, quizás ser de nuevo una niña y quitarme de encima todo el peso que día a día he de soportar. Quizás soy yo, que soy una exagerada trmendista en todos los sentidos, pero agradezco muchísimo de su existencia y amistad, pues aunque en el pasado haya sufrido por ella, actualmente ha estado luchando por apoyarme y ser mejor amiga de lo que era. No es que antes fuese mala y horrible, pero había cosas que me dañaban y estaba harta.

La mañana avanzó y llegó la tarde, teniéndonos que ir a coger el bus que nos llevaría hasta Gijón, donde nos íbamos a encontrar con una amiga, con la que por cierto me costó quedar. Fuimos hasta la playa, pero acabamos en el muelle, como siempre nuestros caminos nos llevan a lugares en los que no creíamos acabar. No fue en absoluto desagradable, observamos a las palomas del mar volar y a una poco cuerda que iba nadando y espantando a otra. Dimos un paseo mientras hablábamos con un intento de acento y palabras andaluzas, qué decir que lo pasamos estupendamente pues era divertidísimo.

A las cinco de la tarde volvimos a la estación y nos encontramos con ella, una persona estupendo que desde sus inicios nos pareció agradable y simpática. La conocía de tuentis de amigos, de hablar con ella para pedirle cosas. Quería conocerla y lo conseguí, y lo que más me agrada es que no me disgustó en absoluto (y añadiré porque creo que lo leerá, que es muchísimo más guapa en persona que en fotos, también se ve que es buena persona y tengo muchas esperanzas de una futura y larga amistad) por lo que espero seguir viéndola y pasar tiempo en su compañía.

No sé qué más explicar, fue una tarde de descubrimientos, risas, alegrías, entusiasmos. Gracias por esta tarde.