La amistad parece no querer juntarse a mí, huye, se esconde, desaparece.
Presumen de serlo, de desear lo mejor para mí, de quererme, ¿es cierto? No, por supuesto que no. Son sólo mentiras que el destino a querido contarme, susurros de pesadillas que me atormentan por las noches. Un simple de juego entre niños pequeños, que en el pasado podía estar bien, pero en el presente no.
Odio la hipocresía, el victimismo, la falsedad que estoy viendo. Que te importo, que quieres que nuestra amistad continúe, que si tan amigas somos deberiamos luchar porque siga adelante. Ja, ja, ja. Mentiras y más mentiras.
Pues bien, hasta aquí hemos llegado. Te odio, y cada día aumenta más.
Me gustaría suicidarme y ver qué sucede a continuación. Pero no merece la pena, imagino perfectamente la situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario