Páginas

viernes, 6 de agosto de 2010

Cuando alguien daña

No sabía qué pensar, ni qué desear. Estaba furiosa, quería la muerte inmediata de aquel individuo, ¿por qué? Fácil, cuando alguien daña a aquello a lo que más quieres, desearás todo aquello que juraste nunca pensar. Querrás cometer bandalismo, ser un asesino. Ella era mi amiga, mi mejor amiga, y tenerla entre mis brazos, llorando, para mí era el mayor de los pecados.
-No lo entiendo -me decía sollozando-, ¿por qué? ¿Nunca podré ser feliz?
La abracé, escudándola del mundo, evitando que mirasen ojos suspicaces y crueles. No podía hacer más.
-Lo serás, y no dejes que nunca nadie diga lo contrario. A diferencia de él, tu mereces la pena.
Palabras insignificantes llenas de sentimientos que, al menos por el momento, no iba a creer. Más nadie le echaría la culpa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario