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viernes, 13 de enero de 2012

Crítica a mis profresores.

Sé muy bien mi manera de actuar frente a ciertos estímulos, pues aunque es imposible que me conozca a mí misma de cabo a rabo, cuando pasas por una misma situación una y otra vez, sabes cómo vas a actuar. Rara vez te sorprenderás a ti misma haciendo algo diferente a lo común. Pues bien, entre todas las cosas que he vivido, las injusticias son las que más me alteran. Pero alterar en el sentido amplio de la palabra, me pongo nerviosa, empiezo a enfadarme y en más de una situación acabo llorando de la ira que me producen. ¿Qué ocurre si encima alguien empieza a pinchar? Un volcán entra en erupción y arrasa con todo lo que tenga a los alrededores. No es común, aprendí a controlar ese impulso, pero paso por un mal trago cada vez que debo controlar esa situación.

¿Por qué digo todo esto? Porque últimamente, en clase, los profesores tienen la tendencia en ser bastante... Incorrectos. Con ello quiero decir que, además de poner puntuaciones ridículamente bajas en los exámenes -y dar explicaciones aún más absurdas cuando pides una explicación- algunos de ellos sobrepasan con creces las barreras y empiezan a ser maleducados con "inocentes" comentarios que van soltando. ¿Hay algún problemas con las personas tranquilas y pasotas? No, les ignoran, siguen su camino. Pero, ¿conmigo? No, eso ya es otra cosa muy distinta, porque ni me apetece que me humillen, ni quiero aguantar estupideces durante mis horarios escolares -no voy a clase para aprender a ser una "matona", voy para lograr hacer algo con mi vida-.

Estoy tan cansada de estos momentos que, como sigan así, voy a acabar teniendo problemas con los profesores en cuestión, porque al no poder levantarme e irme de clase, tengo que quedarme ahí, tragar, tragar y tragar. ¿Es justo? Me parece que no, pues si nosotros estamos bridándoles un respeto que venga ese señor a tratarnos como basura me asqueroso.

Encima no es sólo esto, porque si ya con uno no era suficiente, ahora hay que pelearse con una profesora medio sorda y que no sabe hablar prácticamente. ¿A cuento de qué? Eso me pregunto a menudo, ¿no hay personas mejores cualificadas para ejercer este trabajo? No sé, me resulta algo escandaloso que baje tres puntos de un examen por "no poner más personajes". Señora, se pusieron los principales y tres secundarios, ¿qué más quiere? ¿Una redacción completa? Si tenemmos en cuenta que, con cincuenta minutos de clase, nos ha preguntado:

- Características de la generación de los 50 y el poeta Ángel González.
- Características y obras de Antonio Bueron Vallejo.
- Cuatro frases de sintaxis.
- Argumento de "Historia de una escalera".
- Tiempo y espacio de "Historia de una escalera".
- Personajes de "Historia de una escalera".

¿Cómo acabo el examen en ese tiempo? Las tres primeras preguntas ya ocupan dos hojas por las dos caras, y las tres últimas, haciéndolo breve porque nos metía prisa, al menos media cara... ¿Quiere un milagro? Vaya a la Iglesia y pídaselo a Dios, a Jesús o al santo que le parezca, pero no nos lo pida a nosotros porque si no se puede, no se puede.

Muy cansada, en serio.

2 comentarios:

  1. un tema escabroso, el profesador incompetente, sobretodo "fijos" la gran mayoria han perdido la vocacion por enseñar y los que vienen con ideas nuevas, son minados por sus compañeros y alumnado..con lo cual la enseñanza cada dia da mas pena en la mayoria de los casos, aunque aveces tienes la suerte de encontrar a ese profesor que ama enseñar y te hace aprender y disfrutar, el cual recordaras siempre con cariño.

    Animo con los estudios!

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  2. Exactamente, ojalá les gustase un poco más la enseñanza :)
    Gracias, Shiva ^^

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